miércoles, 30 de octubre de 2013

La máquina de Antikythera

  En ésta oportunidad voy a referirme a un misterioso hallazgo ocurrido en 1900, más precisamente en la Pascua de aquel año.  Ocurrió en el Mar Egeo durante una fuerte tormenta que llevó a un barco de pescadores de esponjas del Dodecaneso hasta la pequeña isla rocosa de Antikythera, donde la tripulación no tuvo más remedio que esperar hasta que la tempestad pasara.

Finalizada la tormenta, y retomada la actividad pesquera, unos buzos del navío, en las profundidades del Egeo, a unos 60 metros de profundidad, dieron con los restos destrozados de una antigua galera griega que, más tarde se supo, había naufragado aproximadamente hacia el año 80 a. C. A bordo, si no toda, aún había buena parte de la carga: estatuas de bronce y mármol, jarrones y otros objetos por el estilo.  Pero entre la cantidad de esos objetos había uno que despertó la curiosidad de todos.

Un sofisticado instrumento que según los postulados clásicos no podría existir.
   En realidad, a simple vista el objeto no parecía la gran cosa. Tenía el aspecto de un bulto calcificado, semejante a uno u otro de los tantos  trozos de bronce corroídos por el agua salada que habían sido dejados a un lado como posibles partes de estatuas rotas que, ocho meses después, el arqueólogo Valerios Stais, del Museo Nacional, se hallaba examinando y limpiando concienzudamente. Hasta que, al quitarle a éste las capas calcificadas que lo cubrían, Stais creyó reconocer los fragmentos de un mecanismo de engranajes...
 
 

¡Imposible! 

 

     Estudiando el objeto con más atención, Stais descubrió una placa con inscripciones en griego antiguo que parecían referirse a los cuerpos celestes. Y concluyó que se hallaba ante una especie de reloj mecánico que bien podía ser del tipo astronómico.

     En opinión del epigrafista Benjamin Dean Meritt, que analizó luego las inscripciones, la forma de las letras usadas, y su sentido astronómico,  correspondían en efecto al primer siglo antes de Cristo (lo cual coincidía por completo con la fecha del naufragio, fechado finalmente en 65 +/- 15 años a. C.), de modo que sostuvo que el texto sería sin duda parte de un “parapegma”, o calendario astronómico, muy semejante al escrito por Geminos, quien vivió en Rodas alrededor del año 77 a. C. Pero, claro, la complejidad del mecanismo del que hablaba Valerios Stais nada tenía que ver- de acuerdo a los postulados clásicos – con  una cultura como la de los antiguos griegos, que eran puramente teóricos y  no practicaban las ciencias experimentales. Conque todos hicieron caso omiso de lo que Stais decía.

     ”Imposible”, fue la palabra que hizo que todo el mundo se olvidara del asunto... 




Luego de décadas de olvido...
    
     Pero, mucho después, en 1955, un físico e historiador de la ciencia de la Universidad de Yale, Derek J. de Solla Price,  supo del extraño objeto y viajó a Atenas para estudiarlo de cerca. El resultado de las investigaciones, que incluyeron exámenes con rayos X y tareas de limpieza por método electrolítico, dieron lugar finalmente a sorprendentes conclusiones. En efecto, como sospechaba el arqueólogo Valerios Stais, se trataba de un instrumento mecánico, ¡pero por lejos el más sofisticado que había llegado hasta nuestros días desde el remoto pasado! 
“Imposible”… pero real

      “Nada como este instrumento es conservado en otra parte. Nada comparable a él es conocido por ningún antiguo texto científico... Al contrario, por todo lo que sabemos sobre la ciencia y tecnología de la época helénica deberíamos haber opinado que tal aparato no podría existir, escribió al respecto de Solla Price en un artículo publicado en Scientific American en junio de 1959.

      El sorprendente mecanismo consistía de 40 ruedas de engranaje, 9 escalas móviles, 3 ejes, 1 rueda central de 240 dientes, 1 diferencial y 1 eje mayor. Y según explicó  el científico de Yale, era en realidad “…un gran reloj astronómicosin escape, o como una moderna computadora analógica que utiliza partes mecánicas para ahorrar tediosos cálculos”, cuya función era traducir las relaciones cíclicas de los cuerpos celestes, lo que hace a la esencia misma de la astronomía antigua y convierte a este complejo instrumento en el antecesor de nuestros modernos planetarios.

      Claro que - más allá de los precisos conocimientos matemáticos – para construir una máquina tal fueron necesarios sin duda modelos experimentales y planos y materiales y herramientas para fabricar los engranajes…Pero la historia, de nada de eso tiene noticias.

  A la izquierda podemos observar la Reconstrucción del mecanismo de Anticitera en el Museo Arqueológico Nacional de Atenas (fabricado por Robert J. Deroski basándose en el modelo de De Solla Price).
 

Proyecto de investigación Antikythera


El proyecto de investigación Antikythera, un equipo internacional de científicos con miembros de la Universidad de Cardiff (M. Edmunds, T. Freeth), Universidad de Atenas (X. Moussas. I. Bitsakis) y la Universidad de Tesalónica (J. S. Seiradakis), en colaboración con el Museo Arqueológico de Atenas (E. Magkou, M. Zafeiropoulou) y la Institución Cultural del Banco de Grecia (A. Tselikas), usando técnicas desarrolladas por HP (T. Malzbender) y X-tex (R. Hudland) para el estudio del mecanismo de Antikythera, desarrolló una fotografía 3D basándose en tomografía computarizada de alta resolución.
El resultado fue que se trata de una calculadora astronómica que predice la posición del sol y la luna en el cielo. El artefacto muestra las fases de la luna en cada mes utilizando el modelo de Hiparco. Tiene dos escalas en espiral que cubren el ciclo Calípico (cuatro ciclos Metónicos, 4 × 19 años) y el ciclo de Exeligmos (3 ciclos de Saros, 3 × 18 años), prediciendo los eclipses de sol y luna. El mecanismo es aún más sofisticado de lo que se creía, con un enorme nivel científico en su diseño.
Gracias a las técnicas actuales, se habría podido entender el funcionamiento del aparato. Basándose en la forma de las letras que pueden leerse en el mecanismo (H. Kritzas) se estableció su año de construcción, entre el 150 y el 100 a. C., más antiguo de lo que se estimaba.
Como Hiparco fue el más importante astrónomo de la época, es posible que ese científico sea quien pensó el complicado mecanismo del instrumento

  Pero ahondemos un poco más en ésta maravilla del Mundo Antiguo.


Fijación de la fecha de los Juegos olímpicos

En el año 2008, Tony Freeth, Alexander Jones, John Steele y Yanis Bitsakis, publicaron en la revista Nature que el mecanismo servía para fijar con exactitud la celebración de los Juegos Olímpicos en la antigüedad. El interior del artefacto contiene una inscripción que indica Nemea (en referencia a uno de los juegos que fueron más importantes), y Olimpia. Con dichos diales se fijaba con precisión la última luna llena más próxima al solsticio de verano cada cuatro años, fecha en la que se iniciaban los juegos.



Nuevas investigaciones

Recientemente, en el año 2010, el grupo de Tacoma-Quilmes, integrado por James Evans y Alan Thorndike de la Universidad de Puget Sound (Tacoma, Estados Unidos) y Christián C. Carman de la Universidad Nacional de Quilmes (Quilmes, Argentina) ha hecho importantes contribuciones. En primer lugar, ha descifrado cómo el mecanismo reflejaba la anomalía solar. Y, en segundo, propusieron una novedosa forma en que se mostrarían los movimientos planetarios. Según ellos, el mecanismo no mostraría su posición en el zodíaco, sino ciertos eventos importantes para los astrónomos (como el comienzo o fin de una retrogradación, la ocultación, etc). Sus contribuciones invitan a proponer la hipótesis según la cual el sistema de epiciclos y deferentes no surgió como respuesta a una exigencia platónica de circularidad de los astros, basada en su divinidad, sino por una razón mucho más terrestre: simplemente como una solución mecánica a la problemática de reflejar con engranajes las regularidades planetarias conocidas por los babilonios.

  Pues menudo hallazgo. ¿Podría tratarse de un objeto fuera de su tiempo? Pues saque Usted sus propias conclusiones.  Sin más por el momento, me despido hasta el próximo material.  FT

 

sábado, 26 de octubre de 2013

Verdades y mentiras sobre el cometa Ison

  Hace poco tiempo publicamos un artículo dedicado al cometa de moda, el Ison, y decimos de moda porque es el que está llegando y pasará muy cerca de nuestro planeta Tierra.




  Lo cierto es que desde hace un tiempo hasta acá comenzó a surgir información al respecto, o, mejor dicho, desinformación que podría estar modificando la verdad sobre este fenómeno astronómico que se acerca.
  A continuación les mostraremos un vídeo que está circulando por la web diciendo que pertenece a la agencia espacial China cuando en realidad no lo es.  Este es el vídeo.


En la cabecera del vídeo se dice que la toma proviene de la agencia espacial china, la CNSA,  y que se obtuvieron con el Chinese Space Radar. Pero no existe ninguna referencia a ese radar ni en el sitio de la CNSA ni en ningún otro.

 Las fotos se tomaron supuestamente el 3 de septiembre. En  esa fecha, el cometa se encontraba a casi 3 unidades astronómicas de nuestro planeta, es decir a 437 millones de kilómetros. Eso son 300 millones de kilómetros más que la distancia que separa Marte y la Tierra en su momento de máxima proximidad.



Si dispusiésemos de una tecnología capaz de fotografiar un cometa de 5 km de diámetro con esa resolución, entonces casi seríamos capaces de observar al Curiosity desplazándose por el suelo marciano:
Ancho cometa= 5 km =100 pixels
Un pixel cada 50 m
tan(a)=50/437.000.000.000
a=atan(50/437.000.000.000)=1,144 e-10 RAD
En Marte podría verse
l=tan(1,144 e-10)*125000000000=14 m

 El mismo autor del CGI (un vídeo generado por ordenador), publicó unos días antes este otro:



Aquí da más datos. El vídeo fue registrado por datos del radar instalado en el satélite chino Tiam Lian I. Pero este satélite, o mejor dicho satélites, ya que hay 3, tienen como finalidad dar cobertura y hacer de repetidores para al resto de dispositivos que la agencia china pone en el espacio, y poder así mantener el contacto con ellos desde tierra cuando no están en alcance visual. Para nada están equipados con dispositivos que permitan obtener este tipo de imágenes.
Además el autor comete el error de forzar la sombra de los artefactos en órbita sobre la superficie del cometa. Esto en una fotografía no se podría apreciar, debido a la coma del cometa, pero en una composición hecha con señales de radar, es imposible.
El resto de vídeos del canal de este artista están llenos de OVNIs, igual de falsos que los del cometa ISON. Aquí podemos encontrar un último vídeo sobre el cometa:


  Pues menudo manoseo de información está girando en torno al cometa Ison.  Desde El gen cósmico le acercamos a Usted un poco de luz sobre toda la desinformación que abunda en la web y que más allá de acercar la verdad lo aleja de ella.

  La  información volcada en éste artículo fué extraída de www.lamentiraestaahiafuera.com

  Sin más desde 2012 odisea del espacio me despido de Ustedes hasta el próximo artículo.  FT

miércoles, 16 de octubre de 2013

Presentación en Palomar del avión Pazmany PL-2

La aeronave fue construida en los talleres en la Escuela Técnica Nº4 de El Palomar y en junio comenzó con los vuelos.

 Un avión que será utilizado para la formación de pilotos y para la recreación fue construido por alumnos de la Escuela Técnica Nº4 de Morón, cuyos talleres están radicados en la base aérea de El Palomar, Buenos Aires, Argentina.

La aeronave PL-2 es un modelo biplaza de ala baja de dural y tren de aterrizaje triciclo. El motor es un Lycoming Modelo O-235-C1 de 115 hp y hélice de paso fijo. Es un avión ideal para la formación de pilotos y recreación.
 El diseño del modelo PL-2 está bajo proceso de certificación ante la autoridad aeronáutica de aeronavegabilidad según las normas CS-VLA.

Veamos algunas fotografías adicionales



Las actividades de construcciones aeronáuticas en esta escuela están dirigidas a materializar la capacidad transferida a los alumnos de modo de plasmar en un producto tangible y funcional, todos los conocimientos impartidos. Además, aportan positivamente a la reactivación de la industria aeronáutica argentina.

Investigador descubre indicios de una antigua civilizacion en la Antartida

¿Existió una avanzada civilización hace mucho tiempo en la Antártida cuando este continente estaba libre de hielo? Y de ser así, ¿yacen bajo...